En ocasiones se ha expresado la preocupación de que los productos a base de minerales son “ciegos” en el sentido de que secuestran tanto las sustancias nocivas dentro del tracto gastrointestinal de los animales como los nutrientes beneficiosos y los compuestos minerales que los nutricionistas formulan para garantizar un rendimiento óptimo de los animales. En el caso de Calibrin-Z, aunque es posible que alguna cantidad menor de nutrientes pueda ser absorbida temporalmente por los poros del mineral, esto se produce a través de débiles interacciones termodinámicas y cinéticas que son fácilmente reversibles. Por lo tanto, los nutrientes pueden entrar y salir de las partículas de Calibrin-Z dependiendo de los gradientes de concentración en el tracto gastrointestinal (lo que se denomina dinámica de adsorción-desorción competitiva).
Básicamente, todos los productos para el control de micotoxinas que se venden hoy en día contienen varios minerales de arcilla como base, normalmente en un rango del 45-100% de la fórmula por peso. Si estos minerales realmente secuestraran a los nutrientes de forma irreversible, los productores comerciales verían este impacto en la reducción del rendimiento de los animales. Este no ha sido el caso, y estos productos se han utilizado durante décadas con buenos resultados.
En un estudio de 42 días con cerdos alimentados con una dieta basal común, se incluyó Calibrin-Z a 5 kg/TM, un nivel que era 10 veces la dosis recomendada. Incluso con esta tasa de inclusión tan elevada, Calibrin-Z no tuvo efectos adversos en la disponibilidad de nutrientes, contribuyendo a un aumento de peso equivalente y una mejor conversión alimenticia.