El moco y las células epiteliales del intestino delgado sirven como una barrera para el ambiente externo y son la primera línea de defensa contra las bacterias dañinas. Los enterocitos sanos y fuertes pueden absorber mejor los nutrientes y apoyar el crecimiento óptimo de las aves.
Un ambiente intestinal saludable en las aves hace más que solo ayudar en la digestión y absorción de nutrientes. Aquí es donde la lucha para mantener un intestino sano puede comenzar y detenerse si se maneja adecuadamente. Un sistema inmunitario intestinal fuerte ayuda a las aves a mantenerse sanas y capaces de alcanzar los objetivos de productividad de los productores.